SOLSTICIO DE INVIERNO

Entre el 19 y el 23 de Diciembre el Sol entra en Capricornio (la vuelta del Sol o el Hijo) Es el día más corto del año y la noche más larga. Este ritual simboliza el renacimiento de la luz, el despertar de la quietud a la vida. En muchas tradiciones se encienden velas, para animar al Sol a mantener su luz y compañía en esta larga noche. Las semillas se nutren en el silencio. Es un buen momento para meditar acerca de la presencia de la luz y la oscuridad (ambas necesarias)en nuestras vidas. Un tiempo de reflexión para animar a aquello a lo que deseamos dar vida. Nos preparamos para un nuevo ciclo, salimos del caos, hacia el reino de la creación y la posibilidad. Lo importante para mí no es sólo retomar el sentido de la celebración y conectar con las energías de la naturaleza. Sino hacer este gesto sagrado, dándole con ello un espacio a la espiritualidad en nuestra vida. Reivindicando con ello otras formas de estar en el mundo, de anclarnos a la Tierra y a nosotr@s mism@s.

Sugerencias: hacer un círculo o una espiral con elementos naturales, situar una vela en el centro y encender cada uno/a de los presentes su candelita de la central. Comprometiéndonos con la luz de manera consciente, iluminando esos proyectos pendientes. Meditar, cantar, contar, pintar, bailar, compartir una comida juntos... Seguro que cada cual encontrará su manera.